La belleza de la mujer puertorriqueña

La belleza de la mujer puertorriqueña

Asoma una curva femenina
por la senda de la loma
y en sensual andar
la escena toda toma.

El sol decrece a su sombra

la tierra estremece envidiosa
zorzales trinan

 y perfuman rosas.

Su herencia taína
embruja y asombra.
Su fina presencia
doquiera se aploma.

Grande es la belleza
de la mujer puertorriqueña,
negra, blanca, trigueña,

ténganle por diosa.

Le gusta  plena y bomba
con su camina'o en tromba

dale melao, melaza,

bomba carambomba.

Aliento al viento roba
dale Salsa, guaracha;

mambo, rumba, bembé
toques de conga.

Que resuene el tambó
retumba y trastoca,
alma y corazón
'e mi boricua hermosa.

Asoma una curva femenina
por la senda de la loma
y su esencia inspira
mis versos de trova.


Angel Luis González